Música

Rocío Moreira rompe el silencio, supera el diagnóstico y se alista para brillar en el Teatro Municipal

Me dijeron que ya no iba a poder cantar

En una conversación íntima en el podcast Primera Toma, conducido por @tinchexypunto, la cantante boliviana Rocío Moreira abrió el corazón y contó uno de los episodios más duros de su vida artística. “Me dijeron que ya no iba a poder cantar”, recordó al repasar lo que vivió en 2021, cuando el coronavirus la llevó al hospital y recibió un pronóstico que parecía sentenciar su voz para siempre. Lejos de rendirse, Moreira eligió aferrarse a la fuerza, la empatía y las ganas de salir adelante. Hoy, su historia de recuperación es también un mensaje para toda la música boliviana: la pasión y la disciplina pueden vencer al miedo.

Durante el episodio, Rocío Moreira habló de los “momentos gratos” de su carrera —giras, colaboraciones y el cariño del público—, pero fue su relato sobre la convalecencia lo que marcó el tono. Entre terapias, reposo estricto y un trabajo paciente para reeducar la respiración y el apoyo diafragmático, la artista reconstruyó su instrumento más valioso. No fue instantáneo ni glamoroso; fue un proceso de meses, con recaídas y aprendizajes. “No obstante, con fuerza y empatía logré recuperarme”, resume, dejando claro que detrás de cada presentación hay una historia de persistencia.

Ese renacer tendrá un capítulo especial este jueves 16 en La Paz, cuando Rocío suba al escenario del Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez para un concierto en homenaje a la mujer boliviana. La propuesta promete un recorrido por su repertorio más querido, arreglos nuevos y momentos acústicos donde la voz será protagonista absoluta. Para su audiencia joven —esa que la sigue tanto en el escenario como en redes—, la cita es una oportunidad para ver de cerca a una artista que transformó la adversidad en potencia creativa.

Más allá de la anécdota médica, el relato de Moreira pone sobre la mesa temas esenciales: la fragilidad de la salud de quienes viven de su voz, el rol de los equipos médicos y el acompañamiento emocional en tiempos de crisis. También, la forma en que la industria musical local abraza a sus talentos cuando más lo necesitan. En el caso de Rocío, el apoyo del público fue combustible: mensajes, playlists con sus canciones y esa paciencia para esperar su regreso a los escenarios.

Para la escena, el regreso de Rocío Moreira significa mucho más que un show: es la confirmación de que la música boliviana está hecha de resiliencia. Si alguna vez te dijeron que “no se puede”, su historia es un recordatorio de que sí hay camino. Y si buscabas plan cultural, ya lo tienes: nos vemos en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez este jueves 16, en un concierto que promete piel de gallina, emoción y un aplauso largo para celebrar la vida, la música y la voz que volvió para quedarse.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba