
La controversia que envuelve a los Bolivia Music Awards no deja de crecer, y ahora es la talentosa cantante @lu_delatower quien decide levantar la voz y tomar distancia de la organización. En medio de la polémica iniciada por el artista @dropdbaby, quien denunció que le exigieron 350 dólares para poder asistir a la gala de premiación, Lu De La Tower se suma a los artistas que dicen “no más”.
A través de un comunicado publicado en sus redes sociales, la cantante boliviana fue clara y directa:
«Me duele enterarme que a nuevos artistas les están pidiendo pagar para ser parte de estos premios.»
Con una trayectoria respaldada por el talento y el reconocimiento del público, Lu aclaró que nunca pagó por ninguno de los premios que recibió en ediciones pasadas de los Bolivia Music Awards, y que tampoco le ofrecieron tal opción. Sin embargo, al enterarse de esta nueva práctica, su postura fue firme:
«Jamás pagué por un premio, y por eso mismo me duele más.»
La artista, visiblemente afectada por la situación, anunció que se desvincula totalmente de esta organización y de cualquier otro evento que condicione el reconocimiento artístico a una transacción económica:
«Me desvinculo de esta organización y de cualquier premio que condicione el reconocimiento al dinero.»
Con esto, Lu De La Tower se convierte en una de las figuras más importantes del medio en unirse al rechazo público hacia estas supuestas prácticas, sumándose así a otros artistas como Gaby Ferreyra (Gabylashorty) y Luis Vega, quienes también han hecho pública su decisión de no volver a participar en premiaciones de este tipo.
Este caso ha abierto un debate importante en el ámbito de la farándula boliviana y más allá: ¿Debe un artista pagar para recibir un premio? ¿Estamos premiando talento o capacidad de inversión?
En un país donde el apoyo institucional a la cultura es escaso, este tipo de situaciones solo evidencian las dificultades que enfrentan los artistas emergentes para ser vistos y valorados por su arte, no por su billetera.
Lu De La Tower ha dejado clara su postura y lo ha hecho con el respaldo de quienes creen que el arte debe premiarse por mérito, no por transferencia bancaria. Su mensaje resuena como un llamado a la integridad en una industria que, hoy más que nunca, necesita transparencia.